Siguiendo la tradición de nombrar a sus SUV con palabras que empiecen con K y terminen con Q (Kodiaq, Karoq), y que además tengan algún significado en algún lugar del polo norte, Skoda presenta en Ginebra el tercer todoterreno de su gama: el Kamiq.
Se trata de un SUV compacto de corte urbano que comparte la plataforma MQB-A0 con el Volkswagen T-Cross, el Audi Q2 y el Seat Arona, y que recoge una expresión en lengua Inuit (esquimales) que significa “encaja a la perfección”.
De hecho, el diseño del Kamiq encaja a la perfección dentro de la gama de Skoda, con un estilo sobrio y con una mayor presencia en las calles. El frontal muestra elementos clásicos de Skoda, como el capó nervado, la parrilla tridimensional y unos grupos ópticos que, si bien son más estrechos, siguen el mismo patrón de sus hermanos mayores.
El Kamiq mide 4.241 mm de largo, 1.793 mm de ancho, 1.531 mm de alto y tiene 2.651 mm entre los ejes, siendo algo mayor en tamaño que sus hermanos de plataforma.
Como su apuesta es familiar, ofrece mucho espacio para cinco ocupantes y unos generosos 400 litros en el maletero, ampliable a 1.395 litros si abatimos los asientos.
El habitáculo también sigue las líneas simples y sobrias de los Skoda, con algunas novedades que debutaron en el nuevo Scala. Por ejemplo, el tablero dispuesto en línea curva, una pantalla flotante de 9,2 pulgadas y un diseño en tres dimensiones muy funcional.
Como opción, dependiendo de la variante, está el marcador digital (Virtual Cockpit) de 10,25 pulgadas, cargador de teléfonos por inducción, dos entradas USB tipo C en plazas delanteras y traseras, asistente de mantenimiento de carril, freno de emergencia con detector de peatones y, como opción, el control crucero adaptativo.
En cuanto a las mecánicas hay mucho y muy bueno. Por el lado de la gasolina están disponibles los bloques TSI 1.0 (95 y 115 Hp) y 1.5 litros (150 Hp), mientras que por el lado diésel está el TDI 1.6 con 115 Hp.
¿Fechas? En Europa a mediados de año, para Chile posiblemente a principios de 2020.