RUF, la marca que partió alguna vez como un preparador de Porsche, hace bastante tiempo ya que dejo de ser un tuner para transformarse en una marca propia. Sí, es verdad que sus autos siguen siendo en espíritu, un Porsche, pero la fabricación de todas las piezas es propia.
El año pasado, RUF mostró al CTR, el retorno del mítico Yellowbird de 1987, que en ese tiempo aún se fabricaba en una plataforma de Porsche. En Ginebra, RUF decidió que sería bueno seguir con los avances del CTR, pero en un modelo un poco más de vieja escuela como es el SCR.
El RUF SCR original se creó en 1978, con el fin de ofrecer una versión con más potencia que el 911 de la época. Este modelo venía con un motor de 3.2 L con el que lograba tener hasta 220 caballos de fuerza.
La estructura del SCR es la misma que en el CTR, dos sub estructuras metálicas que se anclan a una célula de fibra de carbono. En la parte superior, una jaula asegura la rigidez y la estructura general. El motor, situado en la parte posterior, si bien está inspirado en los motores de competencia de Porsche, es 100% fruto de RUF y en este caso corresponde a un motor de 6 cilindros horizontales y 4 litros, suficiente para erogar 510 Hp y 470 Nm de torque, asociándose a una caja manual de 6 velocidades.
Con un peso de 1240 kilos, es más ligero que un 911 GT3 RS y mucho más análogo tambien, gracias a que no cuenta con las asistencias y sensores electrónicos de los bólidos de Stuttgart. Pero para asegurarse de que sea un brutal auto de pista, si hay calidad en las piezas, como los frenos de competición carbono-cerámicos y la suspensión push-rod desarrollada por Sachs.
Si todo sale bien, RUF fabricará 15 unidades anuales del SCR, de momento solo en venta para Europa, pero en preparaciones (restricciones de homologación) para ser exportado a otros países.